Insomnio

La dificultad para iniciar o mantener el sueño o despertarse antes de lo “deseado o necesitado”; y en un sentido más amplio es la sensación de un sueño no reparador, asociada a un deterioro de la calidad de vida.

Es una enfermedad debilitante y a menudo invisible que afecta a millones de personas en todo el mundo. Todos hemos tenido insomnio en algún momento de nuestra vida. Por eso es el trastorno más frecuente del sueño.  Puede ser un síntoma (como tener hambre o la necesidad de ir al baño) o una enfermedad en sí misma. ES UNO DE LOS PADECIMIENTOS MAS FRECUENTEMENTE COMUNICADOS EN LA PRÁCTICA CLÍNICA.

El insomnio es crónico cuando perdura en el tiempo; por definición, al menos 3 meses. Puede ser percibido como una patología que interfiere en la actividad diaria del individuo con graves consecuencias físicas y psíquicas.

Esta Clasificación internacional de los trastornos del sueño resume los trastornos en las siguientes categorías:

1. Disomnias

2. Parasomnias

3. Alteraciones medicopsiquiátricas

Sintomatología

¿Cuáles son los efectos del trastorno de sueño en la salud?

Los trastornos del sueño en la infancia revisten unas importantes consecuencias en el crecimiento, el desarrollo, en la cognición o en el riesgo cardiometabólico sean imposibles de eliminar, modificar o mitigar.

Si no dormimos, o dormimos mal, un profundo cansancio e incapacidad para realizar nuestras actividades será el resultado. Y con esto no solo me refiero a no poder trabajar o estudiar, sino a las funciones de todos nuestros órganos y células. Es decir, nuestro corazón y aparato circulatorio, nuestra digestión, nuestro cerebro, nuestra piel, en fin, todos los órganos, están alterados.

Memoria y aprendizaje: de los signos más precoces de la privación del sueño, se observan la pérdida de memoria, la dificultad de adquirir nuevos aprendizajes, la disminución de la destreza motora y los cambios del humor, como la irritabilidad.

Procesamiento de información sensorial: cuando dormimos tenemos una capacidad mayor para detectar y procesar información externa. Particularmente la auditiva y visual

Ensueños: Los ensueños se producen siempre que dormimos, generalmente recordamos los que ocurren cuando nos despertamos en las fases más profundas del sueño. Estos ensueños pueden recrearse de estímulos que hemos vivido o que anhelamos, pero también con estímulos sensoriales que percibimos mientras dormimos. Por eso, dormir sin estímulos, como el televisor, es muy importante.

Conservación de energía: Uno de los principales objetivos del sueño es conservar la energía.  mientras dormimos nuestro cuerpo está muy activo adquiriendo, guardando, conservando, ahorrando y organizando la energía. Nuestro sistema digestivo absorbe nutrientes, nuestro sistema respiratorio se automatiza y hay un aumento relativo de la respiración y nuestro sistema hormonal organiza nuestro metabolismo y define cómo aprovechamos estos nutrientes que adquirimos. Por eso trastornos tan graves como la obesidad y el crecimiento alterado están íntimamente relacionados con el dormir inadecuadamente.

Las funciones cardiovasculares la presión arterial y la frecuencia cardiaca bajan, hay vasodilatación, el flujo sanguíneo cerebral y el aporte de oxígeno al cerebro (aumenta particularmente en zonas más activas durante el sueño).

Las hormonas (La hormona de crecimiento, la prolactina y otras hormonas sexuales, la tirotropina o TSH que estimula la tiroides, la adenocorticotropa o ACTH, el cortisol, la melatonina, la renina, etc.), la temperatura corporal, el metabolismo y la homeostasis, y por consiguiente la vida, están influenciadas por las modificaciones fisiológicas ocurridas o inducidas por el sueño.

Con lo dicho anteriormente podemos inferir que algunos síntomas o signos característicos de los trastornos del sueño: cansancio, mal desempeño laboral, académico, social, sexual y familiar, irritabilidad, mal humor, depresión o ansiedad, pérdida de la memoria, problemas con el aprendizaje y la atención, problemas relacionados con el crecimiento y desarrollo, con el desarrollo cerebral, no recordar los ensueños, pesadillas, terrores nocturnos, sonambulismo, obesidad, diabetes, hipertensión, arritmias, infartos.

Diagnóstico diferencial

Los síntomas de insomnio son fáciles de detectar ya que implican la dificultad para conciliar el sueño o permanecer dormido, así como la sensación de un sueño no reparador o “mal” dormir.

Dependiendo del paciente, el diagnóstico del insomnio y la búsqueda de sus causas incluyen:

Examen clínico. Ocasionalmente el insomnio se da a causa de una patología (física o psicológica) ya existente en el paciente o a factores de tipo ambiental.

Evaluación de los hábitos de sueño o higiene del sueño.

Estudio del sueño: Polisomnografía, estudio del sueño para el diagnóstico específico de insomio (disponible para ti en nuestras Clínicas del Sueño y Terapia Respiratoria SLEEPCARE)

Pronóstico

Varía según el paciente y las características del insomnio. Implica trastornos biopsicosociales que, de prolongarse, pueden conllevar a la reducción de la esperanza de vida. 

Tratamiento

El tratamiento farmacológico solamente es adyuvante. No está recomendado a largo plazo.

Una buena higiene del sueño (link) es imprescindible. La terapia cognitivo-conductual es el tratamiento de elección del insomnio crónico. La terapia farmacológica debería ser exclusivamente prescrita por un especialista del sueño, ya que hay una gran cantidad de opciones y todas tienen efectos adversos, contraindicaciones, generan adicciones y los médicos en general no tienen formación adecuada sobre el tema. España el el país que tiene la mayor población de personas recibiendo continuamente medicamentos para el insomnio y los trastornos psiquiátricos.